Cuántas veces hemos sentido que no le interesamos a nadie, en esos momentos la angustia nos invade, la ansiedad no nos deja respirar, ¿sabes que una necesidad fundamental del hombre es sentir que le pertenece a alguien?. Dios nos hizo así, con necesidad de pertenecer, de amar, es parte de Su naturaleza: amor, pertenencia. Dios le dijo a Israel: "Tú serás mi pueblo y yo seré tu Dios", y la más grande declaración de amor la hizo Cristo: "Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha enviado a su Hijo Unigénito para que todo aquél que crea el Él, no se pierda, más tenga la vida eterna", estas son palabras que nos llenan de esperanza, que quitan toda tristeza, toda angustia. Cree, si tienes fe en Dios, tu vida cobrará un nuevo sentido,si te sientes como un tronco seco, tú reverdecerás!. No importa si te dejaron, si te han traicionado, si has sido olvidado, Él te sigue diciendo: "Tú eres mío, tú eres mía, yo soy tu Dios y te amo". Sonríe... la vida verdadera está en Él.
