sábado, 4 de octubre de 2008

Él es quien sana todas tus heridas





A medida que transcurre el tiempo en nuestras vidas, experimentamos una serie de situaciones. Muchas de las circunstancias que nos toca vivir terminan lastimándonos, siembran desconfianza, aprendemos a mirar con recelo a quienes se nos acercan porque a nadie le gusta volver pasar por situaciones desagradables o dolorosas. Pero hay experiencias que pueden haber causado heridas muy profundas en nuestra alma, heridas sangrantes que hacen que vivamos en permanente tristeza, aunque aparentemos que estamos felices, es en estas situaciones que la Palabra de Dios y su eterna promesa se hacen completamente reales: "El SANA a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas", Jeremías 30:17. "Mas Yo haré venir SANIDAD para ti, y SANARE tus heridas, dice el Señor, porque desechada te llamaron y ciudad abandonada". Isaías 53: 4-5 ; "Y por sus llagas fuimos hechos sanos".


Debemos creer que el Señor tiene interés en quitar de nosotros todo aquello que nos causa daño, confiar en su amor es volver a creer que nada ni nadie nos podrá lastimar otra vez, es volver a sonreír sin ocultar la pena que consume los espíritus opacados. Confíale al Señor sobre lo que te aflige o avergüenza, libérate de esas cargas, háblale a Él y deja que su Espíritu Santo suavice y sane cada una de tus heridas. Eres bendecido!