Malaquías, en hebreo significa “mi mensajero”, la actividad de este gran profeta se sitúa poco antes del 445 a. C., fecha en que Nehemías llegó a Jerusalén para ejecutar la reforma política y religiosa del pueblo judío. Este libro proporciona datos muy valiosos sobre las condiciones de vida de los judíos a mediados del siglo V a. C., permite corroborar y completar la información que brindan los libros de Esdras y Nehemías. Así, cuando Malaquías desarrolló su actividad profética, el Templo ya estaba reconstruido, pero el culto a Jehová y la conducta de los sacerdotes estaba completamente aislada de la enseñanza de Dios (Mal. 2. 1-9). A estos abusos en la práctica del culto se sumaban otros de carácter moral y social. Los ricos oprimían a los pobres (3: 5; Neh. 5: 1-5), muchos repudiaban a la esposa de su juventud para casarse con mujeres extranjeras (matrimonios que los comprometían a adorar ídolos) (2: 14) y otros consideraban que era inútil servir al Señor, ya que a los malos, según su parecer, les iba mejor que a los buenos (2: 17; 3: 13-14). Todos estos pecados son condenados por Dios mediante el profeta Malaquías. Frente a la indiferencia y al escepticismo generalizados, él reafirma decididamente el amor de Dios hacia su Pueblo (1: 2-5). Con la misma energía condena los abusos cometidos en el Templo (1: 13-14), reprueba los matrimonios con mujeres paganas (2: 11) y exhorta a la fidelidad matrimonial (2: 15-16), que encuentra su excelente modelo en la fidelidad del Señor hacia Israel.
El siguiente es un extracto de la enseñanza que el Pastor Jack compartiera con nosotros el día de hoy.
Las preguntas de un pueblo rebelde1ª “¿En qué nos has amado?” (1: 2), Israel olvidó todos los favores y beneficios recibidos de la mano de Dios, de cómo y cuántas veces los libró de sus enemigos. Israel mostró con esto que era un pueblo ingrato.
2ª “¿En qué hemos menospreciado tu nombre? (1:6), esta es una pregunta hecha de manera directa a los sacerdotes que ministraban el culto, Dios es el Padre pero ellos no lo respetaban como a tal, le llamaban Dios pero actuaban sin temor a Él. Menospreciaron el nombre del Señor ofreciendo “pan inmundo” (1:7) sobre el altar, es importante la ofrenda y también el origen de esa ofrenda. El “pan inmundo” está contaminado en sí mismo porque está hecho de harina contaminada, significando con esta figura que los sacerdotes no le daban la mínima importancia a la naturaleza de santidad que tiene Dios, ofrendado incluso lo robado.
3ª “¿En qué te hemos deshonrado? (1:7). La ceguera llega al extremo de ser inconscientes de la ofensa cometida, los sacerdotes ofrecían lo peor, animales ciegos, cojos, enfermos, que incluso a un príncipe (un hombre con poder transitorio) no se les ocurriría ofrecer, de esa forma los sacerdotes incumplían con la enseñanza de las Escrituras, el pueblo traía cualquier cosa porque ellos no cumplían con enseñarles cuáles eran las características y condiciones que Dios pedía en las ofrendas y holocaustos. El pecado es de quien estaba frente al pueblo, es la gran responsabilidad de los pastores y maestros enseñar conforme a lo que indica la Palabra de Dios y es responsabilidad del pueblo de Dios hacer conforme la enseñanza recibida.
4ª ·¿Por qué?” (2:14), Dios les advierte por boca del profeta que se alejará de ellos, y aún preguntan ¿Por qué?, es importante para Dios que el varón sea fiel a su esposa, le exhorta a la lealtad, Dios aborrece el repudio (o divorcio) (2:16) y los judíos de ese entonces no tomaban en serio su compromiso matrimonial ni que es el propósito de Dios tener una descendencia para Él.
5ª “¿En qué le hemos cansado?” (2:17), un pueblo que ignora lo que desagrada a su Dios, será indiferente a Sus palabras, pensará por conveniencia o convicción (sinceramente equivocados) que está haciendo lo correcto.
6ª “¿Dónde está el Dios de justicia?” (2:17). Al parecer esta era la base de la rebeldía de Israel, además de la falta de fidelidad en los sacerdotes, se dejaron influenciar por lo que sus ojos veían, la maldad aparentemente tenía premio y quienes hacían el bien sufrían, por lo tanto, en sus razonamientos Dios estaba ausente de una realidad que era opresora. Pero juntamente con la amonestación está la promesa; 3:5
“Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos”. No pienses que Dios te ha olvidado, no hay una sola persona que no sea amada por alguien en el mundo. Ese alguien es Dios.
7ª ¿En qué hemos de volvernos? (3:7), Israel piensa que es un pueblo limpio, inocente, santo, obediente, una blanca paloma, su soberbia y dureza no le permiten darse cuenta de su conducta impía, esta es una pregunta presuntuosa, que refleja la soberbia de un pueblo que ha puesto su confianza en sus posesiones o en sí mismo y se ha alejado del Dios vivo. Tantos años de sometimiento a quienes los conquistaron han dado este resultado.
8ª ¿En qué te hemos robado? (3:8), ¿ladrones¿ ¿nosotros? … la respuesta es contundente, sí, ustedes me han robado, no han entregado a mi casa sus diezmos y sus ofrendas. En los tiempos actuales, en los que muchos asalariados del evangelio lucran con la necesidad espiritual del pueblo, algunos pastores incluso prefieren no tocar el tema de los diezmos y las ofrendas a fin de no ser confundidos con aquellos; sin embargo, los pastores han de enseñar lo que indica la Escritura, Dios ha ordenado esto para bendecir al que cree, Dios nos desafía a probarle (3:10)
“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”. (3:11) “Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos”. (3:12) “Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos”.
9ª ¿Qué hemos hablado contra ti? (3:13), dijeron que no valía la pena esperar en Dios, que era inútil servir a Dios. No hay nada que hagas sea pequeño o grande en el servicio a Dios que no haya de ser tomado en cuenta por Él. Créelo.
10ª ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos? Es decir, a los malos les va bien y a los soberbios también, sin embargo hubo quienes escaparon de ese pensamiento y se apoyaron unos a otros (3:16) “Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre”. (3:17)
“Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve”. (3:18) “Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve”. Quienes temen a Dios son su especial tesoro, serán prosperados quienes invocan su Nombre.
Por último, el profeta anuncia el "Día del Señor", que purificará a los sacerdotes, destruirá toda injusticia y dará el triunfo a los justos. Esta restauración del orden moral (3: 5) y del culto (3: 4) culminará en el sacrificio perfecto ofrecido al Señor por todas las naciones (1: 11), que preludia el sacrificio de Cristo para sellar un Nuevo Pacto. Malaquías profetiza acerca de Juan el bautista como predecesor de Cristo, quien vendría con un mensaje de reconciliación: (4:6) “El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”. Las profecías de Malaquías continúan siendo pertinentes en el mundo actual, porque al igual que el judío de la época de la reconstrucción del templo el hombre actualmente se ha alejado del Dios verdadero y quienes le temen recibirán el nombre de “especial tesoro”.
... y el principado sobre su hombro: y llamaráse su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.
