viernes, 25 de diciembre de 2009

"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado" (Isaías 9:6)

... y el principado sobre su hombro: y llamaráse su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.
7 Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán término, sobre el trono de David, y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto". (Reina Valera 1909).

Que en esta Navidad y todos los días, el Señor nos otorgue Su paz que no tiene fin. Reconocemos a Cristo como el Hijo de Dios que nos fue dado por el Padre para Salvación de nuestros pecados, que nació ("un niño nos es dado ...") y vivió entre los hombres para cumplir su ministerio salvífico. Cristo: Grande en su nacimiento, en su vida y en su resurrección. Recordemos que así como ascendió a los cielos muy pronto volverá, y ya no será como un niño sino como Dios Fuerte.

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